A la ex alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, aunque dijo unirse al clamor de la justicia, le gritaron que se fuera del lugar y la responsabilizaron del asesinato de Arcos Catalán.
Alejandro Caballero
Chilpancingo, Gro., a 07 de octubre del 2024
Entre gritos en demanda de justicia, el inconsolable llanto de familiares, amigos y conocidos, y el temor de la población por la inseguridad, le dieron el último adiós al alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, quien fuera asesinado este domingo 6 de octubre.
Tras confirmarse su asesinato, el cuerpo de Alejandro Arcos Catalán llegó, aproximadamente, a las 4:30 horas del lunes a la iglesia del barrio de Santa Cruz, donde fue velado por familiares y amigos cercanos hasta que amaneció y comenzaron a llegar más personas.
Desde la iglesia del barrio de la Santa Cruz partió el cortejo fúnebre, a las 13:30 horas de este lunes, y recorrió las principales avenidas de Chilpancingo donde cientos de ciudadanos se juntaron en las banquetas para observar, despedirse y dar el pésame a la familia de Arcos Catalán.
Al paso de la carrosa fúnebre la población reclamó justicia por su asesinato, le aplaudió, y le gritó consignas como «presidente, presidente» y «Alejandro ganará», incluso, algunos le aventaron pétalos de rosas.
A las 15:00 horas que fue cuando llegó el cuerpo del alcalde al zócalo de Chilpancingo, la explanada y la catedral de la Asunción de María estaban repletas de cientos de capitalinos, lo mismo que los sacerdotes de la iglesia central, para oficiar la misa de cuerpo presente.
Al funeral, acudieron políticos dirigentes e integrantes del PRD, partido en que militaba alcalde, además, también estuvieron lo del PRI y del PAN, pero sólo algunos de los partidos Morena y Movimiento Ciudadano, como al alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, el exgobernador, Héctor Astudillo Flores y el ex alcalde Mario Moreno Arcos.
Entre los asistentes al funeral, varios comentaron que no dejaron gobernar a Arcos Catalán, pues sólo seis días pudo estar en el cargo, y que lo recordarán porque tenía «ganas de trabajar por Chilpancingo».
Después de la misa de cuerpo presente, fue vista en el acompañamiento, la ex alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez, y, aunque dijo unirse al clamor de la justicia, le gritaron que se fuera del lugar y la responsabilizaron del asesinato de Arcos Catalán.
El cuerpo del alcalde capitalino fue llevado al panteón de La Paz, al poniente de Chilpancingo, donde oraron por él y, para las 19:00 horas, fue dejado en lo que será su última morada.