• 28 de julio de 2025
  • Federico Nogueda Berdeja
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28 julio 2025

Federico Nogueda Berdeja

Ante el debate y polémicas que se suscitaron por los viajes al extranjero o vacaciones morenistas como ahora las llaman, que han realizado destacados políticos, representantes populares, secretarios de estado, o destacados cuadros morenistas, entre ellos el experimentado diputado federal, Ricardo Monreal en Madrid, Mario Delgado en Lisboa, ‘Andy’ López Beltrán en Tokio Japón entre otros.

Estos fueron objetos de señalamientos de haberse hospedado en hoteles de super lujo, así como restaurantes, pero también el a hoy simpatizante morenista, Miguel Ángel Yunes en Capri, Italia.

Ahora nos asalta una pregunta: ¿Se merece vacacionar un servidor público en funciones, como un representante popular? Si, tienen derecho, de estar con su familia, procurar la unidad familiar, pero como dice la presidenta Claudia Sheinbaum, ‘en una justa medianía’, el funcionario debe de ser ejemplo de esa austeridad republicana.

‘El recurso público jamás debe ir a los bolsillos de un gobernante, eso se acabó. El recurso del pueblo es bendito y se le regresa al pueblo de México en obras públicas, en programas de bienestar, en educación, en salud, en vivienda’

Por supuesto que la presidenta Sheinbaum no menciona nombres, sólo hace referencia del fenómeno de la austeridad a la que se debe de someter un funcionario público, que administra recursos públicos o está bajo un salario gubernamental.

Independientemente de que se haya fracturado la austeridad como principio de Morena, porque los señalados se defienden, alegan que no se hospedaron en hoteles de 5 estrellas o diamante, los humanistas dicen que ‘los viajes ilustran’, cambian con el tiempo la percepción de la vida que tenían antes de a ver viajado.

Y siguen argumentando que, nadie en esta vida por muy austero que se diga, puede escapar a los placeres o gustos, todos en algún momento de nuestras vidas expresan, se sienten merecidos de darse algunos gustos, porque es normal, todos somos acreedores ha hacernos sentir complacidos, somos mundanos, unos menos que otros, pero al final es, a no ser que haya alcanzado la iluminación, el estado nirvana…de ser así se abstiene de eso y más.

Los viajes son fuente infinita de aprendizaje, nos permite tener contactos con otras culturas, dentro del país o fuera, es una reflexión, alegría, se cruzan sentimientos, emociones, se irradia, transmite esa voluntad de trascender.

En esa misma expresión, nada más cabe precisar que, en el caso del funcionario público, debe de guardar las formas, protocolos, porque está en funciones, está observado por miles de ciudadanos, por lo que no puede caer en excesos e irresponsabilidades, que solo lo van a exhibir y quizás en algunos hasta desgastar su imagen…máxime si pregona con otra bandera de prudente y nunca la ha aplicado.

Vayamos tomándole la palabra a la presidenta Sheinbaum, todo disfrute de un representante popular debe de hacerse en una justa, equilibrada medianía, de no ser así, que sentido puede tener difundir imágenes en sitios de opulencia, lujos, que solo alimentan al ‘Ego falso’.

‘No hay mentira en el querer, que no te quise era verdad, que no te quiero también’.

federicosol@yahoo.com.mx